El equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) a bordo del Geo Barents, nuestro buque de rescate en el Mediterráneo central, ha sido testigo de otra tragedia la mañana del jueves 28 de noviembre cuando se disponía a rescatar a un grupo de personas en peligro a bordo de una balsa de goma que se estaba desinflando. Cerca de la embarcación, había hombres armados en una lancha rápida. Las personas sobrevivientes relataron que 29 personas entre mujeres, niñas y niños habían sido interceptadas a punta de pistola antes de nuestra llegada.

Hombres armados amenazaron a las personas que se encontraban en la embarcación de goma y dispararon al aire. Provocaron que más de 70 personas saltaran al agua. Nuestro equipo ha rescatado a todas ellas, pero la lancha rápida se ha marchado de allí con las 29 mujeres y los niños y niñas a bordo.
Esta conducta agresiva e irresponsable en aguas internacionales por parte de hombres armados, que afirmaron pertenecer a la Guardia Costera Libia en una comunicación por radio con el Geo Barents, es inaceptable. Se ha puesto en peligro la vida de muchas personas y se han separado bruscamente a las familias.
83 hombres y niños rescatados se encontraban en una situación desesperada a bordo del Geo Barents. Ya que sus familiares fueron devueltos a Libia por la fuerza.

Antes del rescate, otra embarcación, cuya tripulación afirmó formar parte de la Guardia Costera Libia, instó al Geo Barents a proceder al rescate del bote de goma, ya que se estaba hundiendo. Dijeron que permitirían que nuestras lanchas trasladaran a las mujeres, niñas y niños, pero los hombres armados de la lancha rápida no siguieron estas instrucciones.
En MSF contactamos con el Centro de Coordinación Libio en tierra, pero, tras largas negociaciones, la situación no cambió.
Los sobrevivientes en el Mediterráneo central están angustiados y profundamente preocupados por la suerte de sus familiares, mujeres y menores de edad. Quienes fueron golpeados y llevados a punta de pistola, además deben enfrentarse una vez más al ciclo de violencia, detención, abusos y extorsión.
Tras llevar a cabo este rescate en aguas internacionales, el 30 denoviembre, el Geo Barents desembarcó sanos y salvos a los 83 hombres y niños rescatados en Reggio Calabria, el lugar seguro designado por las autoridades italianas. Sin embargo, las 29 mujeres y niñas que viajaban con ellos se enfrentaron a un destino diferente. Hombres armados los llevaron a la fuerza de regreso a Libia, destrozando a las familias.

La violencia prolongada en el mar contra las personas en movimiento está alcanzando niveles inaceptables. La separación de familias y los retornos forzados no deben quedar impunes. Instamos a las autoridades italianas a que investiguen y sancionen las acciones de los actores armados a los que supuestamente apoyan.