A pesar de los importantes avances logrados, en 2020 Sierra Leona seguía siendo uno de los países con mayor número de muertes de mujeres durante el parto. Se estima que hay 443 muertes maternas por cada 100,000 nacimientos vivos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Cuando inicié la labor de parto, fui al centro de salud más cercano. Pero sentí que uno de mis dos bebés venía en camino, así que extendí una manta debajo de un árbol de mango y di a luz sola”, dice Musa Yahyah. Es una paciente de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sierra Leona.
“Una partera tradicional me ayudó a dar a luz al segundo bebé bajo el árbol de mango. Después, llamó a un moto-taxi para que nos llevara a mí y a mis gemelos al hospital materno infantil de Hangha, gestionado por MSF, porque estaba sangrando mucho. Me hicieron una transfusión de dos pintas de sangre y mis bebés y yo finalmente nos recuperamos”, dice Musa.
Muchas mujeres en Sierra Leona viven en zonas rurales remotas, lejos de los centros de salud, y no pueden permitirse el alto costo del transporte para llegar a un hospital. A esto se suman las malas carreteras, la escasez de ambulancias en todo el país y la falta de mecanismos adecuados de derivación de pacientes. Cuando una mujer que sufre complicaciones en el parto logra llegar al hospital, puede que ya sea demasiado tarde.

“Las derivaciones tardías pueden ser fatales. Algunas complicaciones médicas podrían evitarse si las mujeres con emergencias obstétricas pudieran llegar a tiempo a los centros de salud”, afirma Amadu Musa, una enfermera del hospital materno infantil de MSF en Hangha, distrito de Kenema.
“Tuvimos una paciente de la aldea de Daama, a unas dos horas de nuestro hospital, que estaba embarazada y fue remitida de forma muy tardía a nuestra instalación. Cuando el personal médico le hizo una exploración, descubrieron que el corazón del bebé no latía. La madre también estaba en un estado crítico”, explica Musa.
Nuestros equipos en Kenema realizan cesáreas de emergencia y otras cirugías que salvan vidas para mujeres embarazadas y madres primerizas. También trabajamos en otras dos ubicaciones en Sierra Leona (en Mile 91 y en Magburaka, distrito de Tonkolili) para ayudar al personal de salud local en la respuesta a las emergencias médicas maternas y pediátricas.
En los primeros siete meses de 2023, nuestros equipos en Kenema, Mile 91 y Magburaka ayudaron a 3,326 mujeres a dar a luz, a 505 de ellas mediante cesárea de emergencia.
El trabajo que MSF realizamos en Sierra Leona también incluye la gestión de un servicio de ambulancias. Con este buscamos llevar lo antes posible a los hospitales a las mujeres, niñas y niños que necesitan atención de urgencia.
“Existe una gran necesidad de ambulancias para derivar a las mujeres embarazadas que sufren complicaciones desde las clínicas locales a los hospitales”, afirma Kennedy Uadiale, coordinador médico de MSF en Sierra Leona.
“Un buen sistema de derivación es clave y se le debe dar prioridad para garantizar una disminución de la mortalidad materna y neonatal y salvar más vidas”, concluye.

Entre enero y julio de 2023, las ocho ambulancias que tenemos en MSF trasladaron a 372 mujeres embarazadas y madres primerizas con sus bebés a un hospital para recibir atención de urgencia. Las mujeres se enfrentaban a una serie de afecciones potencialmente mortales. Entre estás había casos de hipertensión inducida por el embarazo, hemorragia posparto, anemia durante el embarazo y hemorragia anteparto.
También reembolsamos a las mujeres el costo de tomar un mototaxi. Suele ser el único transporte alternativo disponible en la mayoría de los lugares, hasta los centros de salud. Pagamos 900 viajes en los primeros siete meses de 2023.
Umo Ngamanga, de 18 años, procede del distrito de Moyamba, en el sur de Sierra Leona. Dio a luz a su primer bebé en casa porque no pudo llegar a tiempo al centro de salud más cercano.
“Empecé a sentir dolores de parto por la noche. Pero para llegar al centro de salud de Foindu, a 10 kilómetros de distancia, hay que caminar dos horas y cruzar un río”, cuenta Umo.
“Mi bebé no podía alimentarse y tenía fiebre, así que al día siguiente lo llevé a Foindu. Inmediatamente lo trasladaron en mototaxi al centro de salud comunitario de Hinistas y luego en una ambulancia de MSF al hospital de Magburaka. Después de recibir atención, mejoró y pude traerlo a casa”, relata.
Médicos Sin Fronteras también hemos capacitado a parteras tradicionales en el distrito de Kenema. De esta forma podrán monitorear a las mujeres embarazadas y estar atentas a signos de peligro, para después derivarlas al centro de salud más cercano para recibir atención médica. O incluso llamando a una ambulancia de MSF para que las lleve al hospital si necesitan atención avanzada.

Nuestras actividades para brindar atención a madres, niñas y niños en Sierra Leona son cruciales. Sin embargo, se necesita mucho más para que el país continúe con el progreso logrado en los últimos 23 años.
“Los programas médicos en el país deben incluir los costos de personal, mantenimiento y combustible de las ambulancias existentes en los Servicios Médicos de Emergencia Nacionales”, afirma Mohamed Morchid, jefe de misión de MSF en Sierra Leona.
“También es importante considerar modelos creativos y sostenibles para satisfacer las necesidades de transporte de emergencia desde los hogares de los pacientes hasta los centros de salud más cercanos. Esta sigue siendo una de las principales barreras en términos de acceso a una atención médica de calidad”, asevera Morchid.
“Instamos al Ministerio de Salud y Saneamiento, así como a los socios y partes interesadas de salud y desarrollo, a realizar inversiones adicionales en transporte de emergencia. Esto ayudaría a salvar muchas más vidas”, concluye.
En Mile 91 y la ciudad de Magburaka, en el distrito de Tonkolili, nuestros equipos trabajan con el Ministerio de Salud y Saneamiento para brindar atención médica a madres, niñas y niños en los centros de salud locales y el hospital de Magburaka.
En 2019, en el distrito de Kenema, terminarmos la construcción de un hospital materno infantil en Hangha. Allí brindamos atención obstétrica y neonatal integral de emergencia. En el hospital regional de Makeni, en el distrito de Bombali, nuestros equipos brindan tratamiento a pacientes con tuberculosis resistente a los medicamentos.