Hebrón / Barcelona, 31 julio.- Mientras la ofensiva israelí continúa en Gaza, los choques en Cisjordania, unidos a semanas de redadas y arrestos efectuados por las fuerzas israelíes, están erosionando el ya frágil bienestar psicológico de los palestinos, alertó hoy la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras.
La represión de las fuerzas israelíes tras el secuestro de tres adolescentes colonos en junio incluyó cientos de irrupciones violentas en domicilios y arrestos en todo el territorio ocupado de Cisjordania. En las últimas semanas, la violencia usada por las fuerzas israelíes contra los manifestantes ha desembocado en varios muertos y heridos, pero también ha deteriorado aún más la salud mental de la población.
Entre mediados de junio y julio, los equipos psicológicos de MSF han atendido a 1.146 personas en Hebrón y zonas aledañas. La ansiedad, el estrés postraumático, los trastornos psicosomáticos y la sensación de acoso son algunos de los problemas más comunes entre los pacientes.
“Ha habido irrupciones violentas en domicilios, que incluyen redadas casa por casa, además de agresiones y arrestos violentos”, dice Srijeeta Verma, coordinadora del proyecto de MSF en Hebrón, quien añade: “La escalada de violencia ha tenido un enorme impacto en los palestinos”.
MSF lanzó una respuesta de emergencia el 18 de junio para llegar al mayor número de personas posibles a través de su programa de salud mental con base en Hebrón. La larga ocupación y la violencia crónica que sufren los palestinos en Cisjordania hacen que sus necesidades psicológicas no estuvieran para nada cubiertas. La reciente ola de redadas, arrestos y heridas sufridas durante manifestaciones están agrandando estas necesidades.
Muchos de los pacientes de MSF en Hebrón son niños, en algunos casos en estado de shock tras ser testigos de escenas de violencia o que sufren problemas para conciliar el sueño por miedo a que haya una redada en su casa por la noche.
“Son testigos de la violencia que está teniendo lugar frente a sus ojos”, dice Srijeeta Verma, quien añade: “Están viendo cómo arrestan a sus padres o cómo destruyen casas”.
“Nos dijeron que evacuáramos la casa, y entonces vinieron todoterrenos militares y excavadoras y la demolieron”, dice Zeinab Saeed Daher, una paciente de MSF en Khalet al Furn, una zona en las afueras de Hebrón situada entre áreas controladas por Israel y la Autoridad Palestina. “Esto pasó justo después del secuestro de los colonos. Llevábamos viviendo aquí diez años. ¿Por qué no lo hicieron antes?”, se pregunta.
“Los soldados disparan contra las casas, no contra la gente que tira piedras”, sostiene Nasser Mohamed Mahmud, un paciente de MSF en el campo de refugiados de Al Aroub. “Tenemos agujeros de bala en casa, y tiran gas lacrimógeno y bombas de sonido, además de reventar ventanas y puertas. Mi mujer embarazada y los niños tuvieron que irse”, explica.
Debido a la situación de violencia crónica que azota a Cisjordania, las heridas psicológicas de los palestinos no se cierran. “En uno de los primeros sitios que visitamos a mediados de junio, el coche de MSF fue rodeado por gente que necesitaba apoyo psicológico”, cuenta Srijeeta Verma, quien remacha: “Tienen una sensación de desamparo e impotencia. Simplemente, no saben qué hacer”.
MSF trabaja en los territorios ocupados palestinos desde 1989, ofreciendo atención médica y psicológica gratuita en varios puntos de Cisjordania y Gaza y dando respuesta a las emergencias. Desde 2001, MSF gestiona un programa de apoyo psicológico, con componentes médicos y sociales, en el distrito de Hebrón. MSF sigue comprometida a asistir a las víctimas de la violencia en Cisjordania.
Haz clic aquí para leer nuestras últimas informaciones sobre Gaza