Gaza: “Estamos vivos, ¡es asombroso!”

©Operating theatre in Al Shifa hospital Gaza city<
bloc operatoire a l'hopital d'Al Shifa a Gaza. *** Local Caption *** In response to the current emergency, MSF is supporting Al Shifa hospital in Gaza city with a full surgical team and emergency medical equipment. MSF has made donations from its emergency stocks to the central pharmacy for the north and south of the Gaza Strip. MSF’s post-operative clinic in Gaza is running at only 10 to 30 percent of its capacity due to the intensity of the bombing, which is preventing patients from reaching the clinic. MSF’s regular activities in Nasser hospital, Khan Younis, have been interrupted by the conflict. MSF has been working in Gaza for more than 10 years, providing medical, surgical and psychological care; its teams also responded to the emergencies in 2009 and 2012.

Testimonio del Dr. Abu Abed, coordinador médico del equipo de MSF en Gaza

Testimonio del Dr. Abu Abed, coordinador médico del equipo de MSF en Gaza

“El 26 de agosto de 2014 volví a nacer. Es el día de mi nacimiento – y también el de mi esposa e hijos. Estamos vivos, ¡es asombroso!” En Gaza, ha vuelto la vida. La gente camina por las calles, se abrazan unos a otros, todo el mundo está sonriendo. En todos lados la gente está diciendo: “Gracias a Dios estamos vivos”. En la clínica de Médicos Sin Fronteras, hasta los pacientes que vienen por atención después de sus intervenciones quirúrgicas están sonriendo.

Ahora podemos volver a respirar. Ayer Gaza era un pueblo fantasma, las calles estaban desiertas. Los israelíes bombardeaban edificios. Todo el tiempo nos estábamos preguntando: “¿qué edificio será el próximo que bombardeen… y cuándo?”. El edificio donde vivían algunos amigos míos fue bombardeado. Pudieron salir de su apartamento justo a tiempo, pero perdieron todo. Absolutamente todo: eso quiere decir la taza en la que uno toma el té o la almohada sobre la que duerme en la noche.

Por primera vez, ayer no fui a trabajar a la clínica de MSF. Me sentía como un zombi. Mi esposa y mis hijos también estaban en un estado de depresión. No comí nada en todo el día, sólo tomé café. Había perdido toda esperanza. Era simplemente demasiado.

Cuando escuchamos las noticias del cese al fuego, lloré. Y mi esposa lloró también. Mi hija de cinco años saltaba como loca, gritando “la guerra se terminó, celebremos el fin de la guerra”. Pero mis hijos no reaccionaron en absoluto al principio – no podían creer que finalmente había sucedido hasta que pudieron dormir en sus propias camas. Hoy, los niños pueden jugar de nuevo en el jardín, pueden salir afuera y ver gente nuevamente.

Hoy, la gente está saliendo de sus casas y haciendo cosas normales. Estarán felices por tres o cuatro días, tal vez. Después de eso empezarán a ver todas las casas que han sido demolidas, todo lo que ha sido destruido. No hay electricidad durante la mayor parte del tiempo, y el agua es un problema. Verán que hay mucho por hacer, y puede que se depriman nuevamente.

Normalmente el año escolar habría empezado esta semana. Nadie sabe cuándo van a poder reabrirse las escuelas, ya que mucha gente que ha perdido su casa ha buscado refugio en las escuelas. Algunas escuelas también fueron bombardeadas. La otra cosa es que, en mi opinión, los niños necesitan un descanso. Durante siete semanas, ha habido disparos, bombas, muerte y heridos. Ha sido el infierno. Va a tomar tiempo olvidarlo, para que nuestros niños puedan readaptarse. Sólo espero que no comience todo de nuevo.

29 de agosto de 2014

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