Desde que el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía entró en vigor el 20 de marzo, los centros de tránsito instalados en las principales islas de Grecia en octubre de 2015 para registrar a los solicitantes de asilo fueron transformados de un día para otro en centros de detención en donde están atrapados actualmente los migrantes.
Desde que el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía entró en vigor el 20 de marzo, los centros de tránsito instalados en las principales islas de Grecia desde octubre de 2015 para registrar a los solicitantes de asilo fueron transformados de un día para otro en centros de detención en donde los migrantes están atrapados.
La Unión Europea aclamó el acuerdo con Turquía, que entró en vigor el 20 de marzo, como una forma de frenar la crisis migratoria.
Inicialmente instalados en las islas principales para funcionar como centros de registro, los 4 puntos de cruce localizados en Lesbos, Chios, Leros y Samos, solían ser lugares en que los solicitantes de asilo y migrantes podían comenzar a sentirse esperanzados por sus oportunidades en Europa. Ahora, los centros de tránsito están siendo transformados en centros de detención gestionados por el ejército y la policía de Grecia.
Desde el 20 de marzo, cualquier persona que llegue a las islas griegas es llevada directamente a estos llamados “centros de tránsito”.
La instalación en Samos actualmente alberga a más de 700 solicitantes de asilo de Pakistán, Bangladesh, Afganistán, Siria, Iraq, Sudán, Líbano, Argeria, Marruecos y Egipto. Muchos son mujeres y niños.
La mayoría de los detenidos llegaron en botes después del 20 de marzo. Algunos llegaron antes de esta fecha, pero fueron retenidos porque no son ciudadanos sirios o iraquíes, o porque son menores que deberían ser enviados a una instalación especial en Creta, misma que actualmente tiene bajo su cuidado a tan sólo una docena de menores, la mayoría de los cuales no están siendo atendidos.
A los migrantes les dijeron que serían enviados a un campo en Atenas como parte del mecanismo de reubicación que se puso en marcha en la Regulación de Dublin. Esto permite a los refugiados escoger 8 países de la lista de Estados de la Unión Europea, y se hará un esfuerzo para enviarlos a uno de estos países. Sin embargo, no parece haber garantía de que la elección de entre estos 8 países será respetada.
El 24 de marzo, no había migrantes en Samos salvo los que ya se encontraban dentro del centro de tránsito.
En general, la gente no sabe lo que el futuro cercano depara para ellos. Muchos afirmaron que habían sido detenidos en Turquía durante días antes de ser liberados el 20 de marzo.
Algunos de los detenidos hablaron con los equipos de MSF a través de la reja de metal. Están tristes y enojados. Sienten que se han topado con una pared de concreto. No se están realizando entrevistas ni procedimientos legales en el campo en estos momentos.
El 4 de abril, las autoridades griegas, en coordinación con las autoridades turcas, deportaron por bote a 124 migrantes paquistanís de Lesbos y algunas otras personas de diferentes nacionalidades; y a otros 66 de la cercana isla de Chios, que fueron llevados a Dikili, en Turquía.
Desde que las autoridades griegas enviaron a este primer grupo de migrantes a Turquía y descubrieron que hacer la solicitud de asilo en Grecia es su única opción, los refugiados ahora también sienten miedo.
Khadija, una mujer de 42 años originaria de Idlib, Siria, está detenida en el centro de Samos con sus cuatro hijos. Ella habló con los equipos de MSF desde detrás de la reja de metal. “¿Qué pasará después? ¿Nos matarán aquí en Europa? Mi esposo fue asesinado y nuestra casa fue destruida por una bomba en 2013. Desde entonces, hemos estado moviéndonos de aldea en aldea buscando un poco de seguridad, hasta que perdí la esperanza y traje a mis hijos a Turquía. Realicé varios trabajos, pero era difícil para mí hacerlo y cuidar a mis cuatro hijos, así que decidí venir acá para estar segura.
Y aquí estamos, detrás de esta reja de metal como si fuéramos criminales. Esto es extremadamente injusto.
Waleed, su esposa embarazada y sus dos hijos huyeron de Iraq en febrero de 2016, año y medio después de que su Mosul, su lugar de residencia, cayera en manos del Estado Islámico. Les llevó un mes llegar a Samos y, después de soportar una corta pero traumática detención, fueron detenidos de nuevo y están esperando algo de información.
“¡Ya no hay piedad en la tierra, míranos, y mira a mis hijos!”, dice Waleed de 37 años, mientras está de pie con su esposa que tiene 7 meses de embarazo, detrás de la reja que los separa a ellos, y a otros cientos solicitantes de asilo, de la libertad.
“Estoy haciendo lo mejor que puedo, ¿pero es esta la manera correcta de tratar a seres humanos? Ellos nos deberían proteger, no ponernos en una jaula enorme como si fuéramos animales, sin ninguna información disponible sobre cuándo será procesado nuestro caso. Mi esposa está embarazada y no puede seguir siendo prisionera en este lugar sucio y hacinado, mientras que todas las ONG’s nos están abandonándo en las manos de la policía”, dijo furiosamente Waleed, mientras su esposa y sus hijos lloraban.
La situación también es complicada en otro lugar de Grecia. Hasta el 28 de marzo, había más de 50,000 personas atrapadas en Grecia, tanto en centros de detención como en campos. Alrededor de 11,000 personas siguen esperando en Idomeni a que se abra la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia, aunque las autoridades han afirmado en repetidas ocasiones que seguirá cerrada.
“Las cosas pudieron haber sido difernetes. Las cosas puedieron haber sido organizadas. Lo que vemos aquí es un fracaso total de la Unión Europea para recibir a un millón de personas con dignidad y respeto. Un millón no es un gran número para Europa”, dice Marietta Provopoulou, director general de MSF en Grecia. “Y cada una de este millón de personas tiene una historia personal, un sufrimiento personal. Han hecho todo lo posible por salvarse a sí mismos y a sus familias, y para buscar un mejor futuro lejos de la guerra y la persecución, en Europa. Como todos nosotros lo hubiéramos hecho. ”