Un nuevo reporte detalla el impacto humanitario de la respuesta de la Unión Europea ante la migración.
Bruselas, 19 de enero. La organización médico humanitaria internacional, Médicos Sin Fronteras (MSF), denunció en un nuevo reporte publicado el día de hoy, el fallo catastrófico de la Unión Europea (UE) de responder ante las necesidades humanitarias de los refugiados, buscadores de asilo y migrantes en Europa durante 2015.
“La Unión Europea y los gobiernos europeos no sólo fallaron al hacer frente a la crisis, sino que su enfoque a las políticas de disuasión, aunado a su caótica respuesta a las necesidades humanitarias de quienes huyeron, empeoraron activamente las condiciones de cientos de hombres, mujeres y niños vulnerables,” dijo Brice de le Vingne, Director de Operaciones de MSF.
Por medio de los testimonios del personal y pacientes de MSF, además de los datos médicos recolectados en el transcurso de 2015, el reporte titulado “Carrera de Obstáculos hacia Europa” detalla las consecuencias humanitarias de las acciones de Europa y explica cómo los obstáculos europeos forzaron a MSF y a otras organizaciones humanitarias a incrementar radicalmente las actividades en los puntos de entrada hacia el continente.
MSF nunca había tenido tantas actividades médicas y humanitarias en Europa, y nunca había decidido mobilizar barcos de búsqueda y rescate para salvar vidas en el mar.
“El hecho de que las personas están buscando seguridad y una mejor vida en Europa no es un fenómeno nuevo”, continuó de le Vingne. “Por el contrario, es un fenómeno con el que hemos estado familiarizados durante muchos años pero a principios de 2015, con el Mediterráneo convirtiéndose en una tumba masiva, decidimos que no podíamos ser testigos desde la costa. En 2016, los países europeos deben hacerse cargo de sus responsabilidades y aprender de sus errores.”
El reporte describe los obstáculos que la Unión Europea y los gobiernos europeos pusieron en el camino de más de un millón de personas, la mayoría de ellos huyendo de la guerra y la persecución: no brindar ninguna alternativa al mortal cruce marítimo, la construcción de bardas de alambre de púas, cambiar constantemente los procesos administrativos y de registro, cometer actos de violencia en el mar y en las fronteras terrestres; y tener condiciones de recepción completamente inadecuadas en Italia y Grecia: Europa ha hecho un trabajo atroz.
Al realizar más de 100,000 consultas médicas y psicológicas, MSF recolectó un panorama dramático y representativo de las consecuencias de estos obstáculos en la salud de la gente, tanto física como mentalmente.
“Puede ser un año nuevo, pero sabemos que la gente seguirá arriesgando sus vidas y ninguna política de restricción les impedirá buscar un mejor futuro para ellos y para sus familias. Seguimos pidiendo que abran las vías e instamos a Europa a que deje de jugar con la vida y la dignidad de las personas,” dice Aurelie Ponthieu, Consultora Humanitaria sobre Desplazamiento de MSF.
“La crisis está lejos de terminar y la asistencia sigue siendo completamente insuficiente en Italia, Grecia y los Balcanes”, continúa Ponthieu. “Durante 2015, los estados europeos trataron de encontrar políticas para proteger sus fronteras de las personas vulnerables. Esperamos que en 2016 ya no haya necesidad de proteger a estas personas de las políticas europeas.”