MSF responde a la aprobación del molnupiravir, medicamento para tratar la COVID-19

©MSF Medical Doctor, Mayard Mitial (R), and MSF Medical Doctor, Fenelon Jean (L), consult with a patient in St Yves, Delmas 5 displaced persons camp in Port au Prince, Haiti, where around 1,100 people live (OCHA). The unsanitary conditions and over-crowding in the camp are a major health risk, particularly for potential outbreaks related to infectious diseases, such as acute watery diarrhoea and COVID-19 which has seen a recent spike in cases across Haiti. Many people are treated gastro intestinal diseases, skin infections, respiratory tract infections, urinary tract infections with co-morbidities and complications, which also could be attributed to the rudimentary and substandard living conditions. "All of these populations have been displaced from their neighbourhoods for different security reasons. There are some who have their homes burned down as a result of the violence. They come to take refuge here and they do not have the means to provide themselves with care. The situation they are experiencing is already causing them stress that could aggravate certain diseases they already had. Hence MSF's idea to come and provide care to the displaced people here. So, the mobile clinic aims to do primary care first. The first line of care is a general consultation. After consultation we identify patients who need referrals for urgent cases." - MSF Medical Doctor, Mayard Mitial

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) otorgó el 23 de diciembre, una autorización de uso de emergencia (EUA) sobre el molnupiravir para el tratamiento temprano de personas con casos leves a moderados de COVID-19 que tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave, y para quienes las opciones alternativas de tratamiento autorizadas por la FDA no son accesibles o clínicamente adecuadas. Aunque Merck, la compañía que produce este medicamento oral, ha dicho que puede reducir en un 30 por ciento el riesgo de hospitalizaciones y muertes entre las personas con alto riesgo de COVID-19, su precio estará fuera del alcance de muchos. 
 
Aunque Merck ya ha firmado acuerdos con varios fabricantes de India, y también anunció recientemente un acuerdo de licencia voluntaria con el Fondo de Patentes de Medicamentos (MPP) respaldado por las Naciones Unidas, estos acuerdos no son suficientes para garantizar la disponibilidad de versiones asequibles de este medicamento para todas las personas que lo necesitan en todo el mundo. Estos acuerdos excluyen a las personas de algunos países de ingresos medios, como Brasil, China y Turquía. Restringir la ampliación de la fabricación y el suministro de genéricos de este medicamento limitará significativamente el acceso mundial al primer tratamiento antiviral oral del mundo contra la COVID-19.
 
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de un tratamiento con anticuerpos monoclonales, casirivimab e imdevimab, para personas con COVID-19 en etapa inicial, pero los anticuerpos monoclonales en general son costosos, más complejos de producir y requieren administración por infusión intravenosa o inyección subcutánea. Como medicamento oral, el molnupiravir sería mucho más asequible y de más fácil acceso, especialmente en entornos con recursos limitados, como aquellos en los que trabaja MSF. 
 
El molnupiravir ya ha sido aprobado para su uso en el Reino Unido.
 

 

Mihir Mankad, asesor principal de política e incidencia en materia de salud mundial en MSF Estados Unidos, declaró lo siguiente sobre la aprobación otorgada por la FDA: 

“Para acabar con la pandemia de COVID-19, todas las personas de todo el mundo deben tener acceso a los medicamentos que salvan vidas como el molnupiravir. 
 
Dado que miles de millones de personas en todo el mundo siguen sin vacunarse y son vulnerables a la COVID-19 en muchos de los entornos de bajos recursos en los que trabajan los equipos médicos de MSF, el molnupiravir debe ser más asequible y estar disponible, no solo en los países más ricos como Estados Unidos, que pueden pagar los altos precios de Merck. Es imprescindible que nuestros equipos médicos, incluso en los lugares más remotos, tengan medicamentos eficaces y fáciles de administrar como el molnupiravir para ofrecer a las personas que acuden a nuestras clínicas en busca de atención. 
 
Se espera que Merck cobre $700 dólares por un curso de tratamiento de cinco días de molnupiravir en países excluidos de beneficiarse de la competencia de genéricos, a pesar de que investigadores independientes de la Universidad de Harvard han estimado que el precio sostenible de los genéricos para un tratamiento completo es de $20 dólares. Este elevado precio es especialmente inaceptable ya que los impuestos de la población estadounidense financiaron el desarrollo del medicamento en la Universidad de Emory antes de que las corporaciones farmacéuticas Ridgeback y Merck obtuvieran la licencia y los derechos del mismo. 
 
La mejor manera de garantizar que el molnupiravir esté disponible en todo el mundo es apoyando la producción de genéricos en todos los países donde hay capacidad y adoptando la exención de los ADPIC a nivel de la Organización Mundial del Comercio, que podría empoderar a los países para levantar rápidamente las principales barreras de propiedad intelectual, incluyendo las patentes, para que países de todo el mundo puedan producir libremente versiones de este medicamento que salva vidas y otras herramientas contra la COVID-19. 
 
La aprobación del molnupiravir por la FDA nos brinda otra herramienta para tratar a las personas contagiadas con COVID-19, pero ahora debe estar en la caja de herramientas de todos". 

24 de diciembre de 2021

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