Muskilda Zancada, líder de misión de MSF, nos reporta sobre la situación en Azaz, en donde las líneas de combate activas y la gente sigue traumatizada y aterrada por su seguridad.
Muskilda Zancada, líder de misión de MSF, nos reporta sobre la situación en Azaz, en donde las líneas de combate activas y la gente sigue traumatizada y aterrada por su seguridad.
“Nuestras principales preocupaciones en este momento conciernen a la seguridad de las personas recientemente desplazadas. La situación sigue siendo crítica para los cientos de miles de personas que han sido desplazadas en los últimos 10 días. Las líneas de fuego están activas, lo que refuerza el temor de la gente. Hoy estaba hablando con un colega que se encuentra en Siria, y él decía que todos están muy asustados. Ellos tienen miedo de que, al estar activas las líneas de fuego y algunas están a tan sólo 7 kilómetros de distancia, les preocupa que su seguridad no esté garantizada”
Es imposible predecir lo que sucederá. El área es muy cinética y activa, pero en los últimos días no ha habido nuevos desplazamientos de personas. Sinceramente esperamos que la situación se estabilice, pero es muy difícil de predecirlo. Lo que sí sabemos es que, en el futuro inmediato, las significativas necesidades de estos nuevos desplazados seguirán presentes.
Lo que estamos escuchando de nuestros equipos dentro de Siria es que la gente está traumatizada. Huir de nuevo es muy traumático, y la gente está extremadamente asustada por su seguridad. Los enfrentamientos suceden muy cerca de donde se encuentran; y temen que el Estado Islámico tome control de otras áreas. Nos han dicho que se sienten desesperanzados de su futuro. Se reúnen en donde pueden y buscan las áreas más seguras, pero no es tan seguro.
Les preocupan sus necesidades básicas. Necesitan comida, necesitan agua; el saneamiento es un problema. Pensar en cómo sobrevivirán obviamente es una grande y urgente preocupación para ellos.
Los equipos de MSF han estado trabajando bajo condiciones extremadamente difíciles. Hemos tenido que reducir los servicios en nuestro hospital y limitarlos a cuidados de emergencia. En estas condiciones extremadamente desafiantes, logramos realizar 1,200 consultas de emergencia desde el 10 de abril, cuando comenzó la fase más reciente de la crisis. Además, logramos atender a 25 heridos de guerra y se asistió en el parto de 16 bebés. El reducido equipo ha estado funcionando bien, no hemos visto indicadores preocupantes en términos de salud, mientras tanto, el segundo equipo ha estado realizando un excelente trabajo para apoyar a las personas recientemente desplazadas en la zona occidental del distrito.
Están brindando artículos de primera necesidad como colchones, mantas y otros artículos básicos que necesitan para sobrevivir. Hasta ahora, 5,500 personas han recibido apoyo de MSF; y también están coordinándose con otras ONG’S para hacer evaluaciones para asegurarse de que se estén cubriendo las necesidades urgentes de agua, comida y saneamiento.
Durante este desplazamiento más reciente, que comenzó hace unos 12 días, hubo dos olas de personas. La gente de la primera ola que huyó tuvo tiempo de recuperar sus pertenencias. Tengan en cuenta que estas son personas que ya habían sido desplazadas. Lograron moverse con sus tiendas, bidones de agua y otros artículos básicos. Después hubo otra ola de gente que tuvo que huir cuando los enfrentamientos se empezaron a acercar rápidamente hacia donde estaban.
Así que tuvieron que huir rápidamente. No lograron llevarse muchas cosas con ellos y, como resultado, son los que están más necesitados. Necesitan refugio, necesitan todo lo básico para sobrevivir. Llegaron del oeste de Azaz y han estado dispersos desde febrero, quedándose en lugares improvisados, en cualquier lugar en el que pudieran quedarse.
Ahora hay un número significativo de personas que se han establecido en ciudades, y en instalaciones colectivas, en escuelas y plazas.
En la frontera, no hay una gran presión a causa por los nuevos desplazados que se reunen allí. De acuerdo con lo que estamos viendo, eso no es lo que está sucediendo. En cuanto a los reportes de soldados turcos disparando a los sirios que intentan cruzar, sabemos sobre los reportes, pero MSF no puede confirmar que esto está sucediendo y no hemos recibido ningún caso relacionado en nuestro hospital.
La frontera está cerrada desde hace más de un año, pero hay un número limitado de trabajadores humanitarios que tienen permitido entrar y salir, al igual que doctores que pueden cruzar la frontera bajo condiciones controladas.
En cuanto a las referencias de emergencia de casos de vida o muerte a instalaciones dentro de Turquía desde Siria, no hemos tenido ningún problema hasta el momento. Todas las referencias se han realizado sin mayores problemas.
Logramos llegar a las 23 instalaciones médicas que apoyamos con donaciones regulares de suministros médicos y combustible que necesitan para seguir ofrenciendo atención médica.
Lo que nos preocupa es que los enfrentamientos incrementarán el riesgo de que la gente que está dentro quedará atrapada en un estado de sitio. Hay sólo una carretera para entrar y salir de Alepo que no está bajo el control del gobierno de Siria y, si esta ruta se cierra, tememos que la situación se vuelva muy grave.
Las consecuencias serían dramáticas para quienes se quedan, ya que sería un estado de sitio para alrededor de 250,000 personas que están en las áreas de Alepo fuera del control del gobierno. Se agregarían a la lista negra de alrededor de 1.5 y 2 millones de personas que ya están viviendo sitiadas en Siria.”
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