Un gran número de personas ha huido de la guerra en Ucrania buscando seguridad en la vecina Polonia. Felipe Van Braak, jefe del equipo médico, ha estado trabajando en Polonia y nos compartió esta entrada de blog.
Un gran número de personas ha huido de la guerra en Ucrania buscando seguridad en la vecina Polonia. Felipe Van Braak, jefe del equipo médico, ha estado trabajando en Polonia y nos compartió esta entrada de blog.
“Lo horrible de los conflictos y la belleza que pueden aflorar en las personas: aquí en Polonia se ven ambas cosas.
En menos de dos semanas Polonia ha abierto sus fronteras para recibir a personas de Ucrania. Más de 1,7 millones de personas refugiadas ucranianas están ahora en Polonia, y los números aumentan diariamente.
El apoyo de las autoridades y del pueblo polaco ha sido sorprendente. Inicialmente nada estaba centralizado, eran personas actuando por su cuenta para ayudar de cualquier forma que pudieran. No he visto antes una movilización espontánea de tal magnitud.
Ha sido realmente conmovedor presenciarlo y me gustaría que se demostrara la misma amabilidad con las personas refugiadas que vienen de otros lugares del mundo.
Grandes cifras
La semana pasada, vi en la frontera a cientos de personas esperando para cruzar desde Ucrania. En el lado de Polonia, voluntarias y voluntarios esperaban para recibir a las personas con sopa, tarjetas SIM, artículos de higiene y ropa abrigadora. Las y los voluntarios llegaron de todo el país para ayudar a la gente a llevar sus maletas a través de la frontera.
Hablé con un hombre pakistaní que había viajado desde Kiev. Me dijo: “He pasado por un infierno, pensé que iba a morir, pero no ha habido nada más que amabilidad desde el minuto en el que llegué a Polonia”.
La gran pregunta es qué pasará a largo plazo. Muchas personas voluntarias necesitarán regresar a sus trabajos. Llevamos dos semanas, todavía hay un gran número de personas en movimiento, y en un momento dado el sistema podría empezar a quebrarse. Cualquier país tendría problemas para atender a tantas personas.
Polonia aprobó una ley que garantiza a las y los ciudadanos ucranianos un estatus regular, así como acceso a empleos, educación y servicios. Aún así, Polonia se enfrentará a enormes retos. Los países más ricos de Europa y otros deberían hacer mucho más.
Medicamentos vitales
Médicamente hablando, una de mis preocupaciones principales para las próximas semanas es la continuidad de la atención a las y los pacientes con enfermedades crónicas.
Las personas refugiadas de Ucrania van a necesitar conseguir sus medicamentos para la hipertensión, diabetes, epilepsia, desórdenes psiquiátricos, tuberculosis y otros padecimientos. Si no tienen acceso a sus medicamentos de forma regular, su enfermedad se podría deteriorar al punto de requerir hospitalización.
Al hablar con profesionales médicos de Polonia, no estoy seguro de que su sistema de salud pueda estar preparado para un aumento de las necesidades médicas. Es crucial que se garantice el acceso a los medicamentos para que no haya interrupción en la atención de las personas, y también es vital que estos servicios se escalen de forma prioritaria.
Más allá de la nacionalidad
Es particularmente importante que estos servicios también estén disponibles para las personas de terceros países: cualquiera que sea de algún otro país y estaba viviendo o trabajando en Ucrania, o quienes estaban en el país por cualquier otra razón.
Por ejemplo, en una estación de tren la semana pasada vi a un grupo de jóvenes de la India que habían llegado de Ucrania y trataban de conseguir un tren para Alemania. El transporte en Polonia es actualmente gratis para personas ucranianas, pero a estos hombres se les pidió que pagaran sus boletos.
Para evitar que la gente caiga en las brechas, es necesario que la información sobre el acceso a la atención médica esté al alcance de todas las personas que hayan llegado de Ucrania, independientemente de su nacionalidad.