En Médicos Sin Fronteras (MSF) desarrollamos una aplicación, llamada e-CARE, para ayudar a los profesionales de la salud a mejorar su capacidad para diagnosticar a niñas y niños. El dispositivo electrónico, en un centro de salud de la prefectura de Ouaka, en República Centroafricana, utiliza un algoritmo para sugerir tratamientos más adecuados a los problemas de salud de las niñas y niños pequeños atendidos.
Cuando Nancy entra a la pequeña sala de consulta del centro de salud Kidjigra, su hija Chancelvie, de dos años, llora y parece muy cansada. Acudió a una consulta porque la pequeña llevaba varios días con fiebre en casa, sin mejoría. Bénédicte, trabajadora sanitaria del centro, escucha las distintas dolencias y luego las registra en la tableta electrónica que tiene delante en la mesa de consulta.
“En función de lo que dicen los padres y madres, selecciono las principales dolencias en la tableta y hago click en las opciones correspondientes”, explica Bénédicte. “La aplicación nos guía a través de un algoritmo durante toda la consulta, dirigiéndonos al diagnóstico más probable y al tratamiento adecuado que debemos proponer”, concluye.

Una mejor atención a niñas y niños menores de cinco años
En MSF desarrollamos la aplicación e-CARE para superar la escasez de personal cualificado en las zonas donde trabajamos. Está basada en un algoritmo clínico electrónico, y tiene como objetivo mejorar el proceso de diagnóstico de niñas y niños menores de 5 años, para proponerles un tratamiento racional.
Se implementó en el centro de salud de Ouaka hace poco más de un año, así que eCARE ya se encuentra en la fase de consolidación y a la espera de un despliegue más amplio en otros sitios. Al ser diseñada para servir como asistente médico virtual, el software permite a los cuidadores hacer todas las preguntas necesarias para establecer un diagnóstico adecuado y recomendar un curso de tratamiento.
Luchando contra la resistencia a los antibióticos
“Antes de la llegada de eCARE, los pacientes recibían antibióticos casi automáticamente. Esto no es bueno porque crea resistencias a los mismos. Ahora podemos consultar lo que sugiere la aplicación y encontrar otras soluciones”, confirma Bénédicte.
A lo largo de los años, las excesivas prescripciones han expuesto a las personas al riesgo de desarrollar una mayor resistencia a los antibióticos, y esto plantea un verdadero problema de salud pública.

Al permitir rectificar esta situación a una edad temprana, la aplicación está ayudando a abordar este importante problema. Por ejemplo, en el centro de salud Kidjigra, se observó una reducción significativa en el número de prescripciones de antibióticos, pasando del 40% al 21% después de un mes de introducción de eCARE.