Vacunación en Níger: esfuerzos constantes para luchar contra las epidemias

Unos meses después de obtener su título de médico en 2008, el Dr. Maman Karsou se unió al equipo médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) en su ciudad natal de Magaria, en la región de Zinder, en Níger. Luego, en 2016, el Dr. Maman se unió a los equipos internacionales de MSF en Borno, al noreste de Nigeria, en la República Democrática del Congo, en Burkina Faso y en Camerún. Hace apenas unos días terminó su última misión con MSF como coordinador de emergencias a cargo de la campaña de vacunación en Níger, que duró desde marzo hasta finales de junio de 2021.

Unos meses después de obtener su título de médico en 2008, el Dr. Maman Karsou se unió al equipo médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) en su ciudad natal de Magaria, en la región de Zinder, en Níger. Luego, en 2016, el Dr. Maman se unió a los equipos internacionales de MSF en Borno, al noreste de Nigeria, en la República Democrática del Congo, en Burkina Faso y en Camerún. Hace apenas unos días terminó su última misión con MSF como coordinador de emergencias a cargo de la campaña de vacunación en Níger, que duró desde marzo hasta finales de junio de 2021.
 
 
 
 
“He realizado 12 campañas de vacunación con MSF. Proporcionamos vacunas periódicas en países de todo el mundo según las necesidades. Sin embargo, la campaña de este año en Níger estuvo llena de desafíos.
 
El primer reto al que nos enfrentamos fue abordar la preocupante disminución de la cobertura de inmunización en comparación con años anteriores. Por ejemplo, en Niamey, la capital de Níger, donde coordiné las actividades de esta campaña de vacunación, ni un solo distrito sanitario en 2020 logró una tasa de cobertura del 85% contra el sarampión. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cobertura debería alcanzar al menos el 95% para proteger mejor a las personas contra el sarampión. Si esta tendencia a la baja en la tasa de cobertura de inmunización continúa empeorando, podría provocar graves brotes de enfermedades en los próximos años.
 
Este año observamos cierta confusión entre las comunidades sobre las vacunaciones que realizan los equipos del Ministerio de Salud Pública contra la COVID-19, y la campaña de puesta al día de la vacunación contra el sarampión que estamos haciendo. Esta confusión llevó a una baja tasa de participación entre la población local. En Niamey, como en Magaria, nuestros equipos se han ocupado de los rumores y la información falsa que circula desde el año pasado en torno a la vacuna contra el coronavirus y que ha tenido una influencia significativa en el calendario regular de vacunación. Las personas ahora tienen dudas sobre las vacunas que se les administran y este es posiblemente nuestro mayor reto.
 
Recuerdo que en 2015, durante la última gran epidemia de meningitis en Níger, la gente iba a la farmacia a comprar la vacuna por su cuenta. Los mismos padres que compraron esta vacuna sin dudarlo en 2015, ahora ya no confían en ella.
 
El segundo reto que debe abordarse es el impacto socioeconómico en los sistemas de salud. Este año, por ejemplo, enfrentamos un retraso en la adquisición de la vacuna contra la meningitis y el sarampión debido a una disminución en las existencias anuales de vacunas en Níger. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, hemos visto una mayor movilización de fondos para el desarrollo de vacunas contra el coronavirus y para la hospitalización de pacientes con COVID-19 en todo el mundo. Sin embargo, en países que son más vulnerables a las epidemias como Níger, una no reemplaza a la otra. Por tanto, debe asegurarse una distribución equitativa de los fondos para evitar un deterioro de la situación sanitaria en el país.
 
Más allá de estos desafíos directamente relacionados con la COVID-19, también existe una realidad que ya no podemos ignorar: el cambio climático está impactando sin lugar a dudas la aparición de epidemias.
 
Durante la estación seca, es bien sabido que el denso polvo de regiones como el Sahel y el Sahara contribuye a la propagación de la meningitis, que es una bacteria que se transmite por el aire. Las epidemias tienden a desaparecer por sí solas cuando comienza la temporada de lluvias, sin embargo, con el cambio climático las precipitaciones han sido irregulares en Niamey y Magaria y, como resultado, hemos visto que los casos de meningitis y sarampión siguen siendo altos.
 
Mientras el mundo se enfrenta a la COVID-19, no podemos permitir que los esfuerzos que se han realizado durante años para combatir otras epidemias en países como Níger sean en vano. La situación epidemiológica no nos permite dejar que las actividades rutinarias de vacunación se debiliten y no podemos esperar a que haya otra epidemia para lanzar una nueva campaña de vacunación. La meningitis y el sarampión son enfermedades conocidas, no son nuevas y las comunidades desempeñan un papel muy importante en la lucha contra estas epidemias. Con la ayuda de todos lograremos erradicar estas enfermedades, como ha ocurrido en otros países del mundo.
 
Como miembros de una organización médica de emergencia, continuamos abordando las epidemias recurrentes que proliferan cada año, tanto en Níger como en otros países del mundo. Durante años, hemos estado involucrados en esta lucha contra las epidemias en nuestras distintas misiones, y cada vez, nos basamos en las experiencias anteriores para preparar mejor la siguiente. También estamos trabajando en el nivel de vigilancia epidemiológica, y nuestro apoyo para responder a las emergencias se basa en la capacidad de movilizar una respuesta rápida según sea necesario para tener una mayor capacidad de respuesta y fortalecer los sistemas de salud que apoyamos. Debemos redoblar nuestros esfuerzos en educación y participación comunitaria, especialmente en contextos donde los rumores son generalizados, lo que a su vez disuade a las personas de vacunarse. Corregir esto es responsabilidad de todos: comunidades, autoridades, organizaciones médicas y humanitarias, así como socios financieros.
 
En tres meses y medio, MSF vacunó a más de 600,000 niños y niñas contra el sarampión y la meningitis en colaboración con el Ministerio de Salud Pública en Niamey y Magaria. En Niamey, vacunamos a más de 163,000 niños y niñas contra la meningitis y más de 174,000 contra el sarampión. En Magaria, nuestros equipos vacunaron a 349,000 niños y niñas contra la meningitis".
 
MSF lleva muchos años trabajando con el Ministerio de Salud Pública en respuesta a las epidemias en Níger. Desde principios de año, nuestros equipos han apoyado en la respuesta a las epidemias de sarampión y meningitis en las regiones de Dosso, Tahoua, Agadez, Tillabéry, Diffa, Zinder y Niamey.
 

6 de diciembre de 2025

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